Pesar los ingredientes y reservar.
A fuego bajo, derretir la mantequilla evitando quemarla.
En un bol, agregar la mantequilla, el azúcar blanco, el azúcar moreno y cremar a máquina o a mano con la ayuda de una varilla. Si estamos batiendo en máquina debemos utilizar el instrumento mezclador no la varilla, si cremamos a mano, en cambio, si es recomendable usar la varilla
Ya con la mantequilla y los azúcares cremados, agregar los huevos, la vainilla, y remover hasta que la mezcla este homogénea.
Por separado, mezclar la harina, la sal, el bicarbonato, y remover bien hasta conseguir integrar todos los secos. Una vez esta mezcla esté preparada agregar las chipas e integrarlas solo un poco.
Agregar los secos a la mezcla de mantequilla y mezclar poco a poco hasta integrar. Vamos a obtener una preparación bastante húmeda que debemos conservar en la nevera por un tiempo mínimo de 1 hora (lo óptimo son 12 horas para que la preparación mejore).
Ya con la mezcla fría y con la ayuda de una cuchara, vamos a ir sacando porciones y pesándolas (40 gramos por galleta). Estas porciones las debemos hacer bola y volver a refrigerar hasta el momento en el que se vayan a hornear.
Precalentar el horno a 200º C o 392º F. Una vez caliente el horno, cubrir nuestra bandeja con papel de horno y colocar nuestras bolas teniendo la precaucion de dejar espacio suficiente para que cuando se aplanen no se peguen a sus compañeras
Meter la bandeja en el horno a una altura media y bajar la temperatura a 180º C o 356º F.
El procedimiento es sencillo, la masa de galletas tiene que entrar fría y ya hecha bola al horno (pudiendo estar congelada inclusive, aunque esto alargaría el tiempo de horneado). A medida de que pase el tiempo, la mantequilla se va a fundir y esto provocará que nuestra mezcla se expanda en la bandeja.
Hornear por un tiempo mínimo de 15 minutos. En este punto una galleta de 40 gramos ya estará cocida. Si se desea un poco más crocante se puede dejar un poco más en el horno, o si se quiere un poco menos hecha, 13 minutos serán suficientes.
Dejar enfriar en una rejilla y nunca en la bandeja para que baje de temperatura rápidamente y se compacte.
Abordar un barco pirata y navegar todos los mares.
